La gran moraleja de la Copa del Mundo de Brasil es
que la efectividad no es consecuencia exclusiva del talento individual, sino del
buen trabajo en equipo, por esta razón, me atrevo a decir que las
microfranquicias traducen esta misma lección para generar movilidad
socioeconómica en nuestro país.
Las microfranquicias, como propuestas de proyectos
productivos sostenibles, son resultado del posicionamiento de una marca o
negocio, que comparte su clave de éxito, a través de un estilo replicable,
adaptable y de bajo riesgo, que cuenta con el acompañamiento del Ministerio de
Comercio, Industria y Turismo.
En este sentido, son tres las razones para decir
que las microfranquicias son un negocio con potencial: en primer lugar,
permiten garantizar mayores fuentes de ingresos para la población,
especialmente en la base de la pirámide y jóvenes que inician su camino en el
emprendimiento; segundo, no exige costosas inversiones; y por último, son una
alternativa para generar de empleo.
Y es que jalonar la economía regional por medio de emprendimientos
ya probados es uno de los proyectos de este gobierno, para lograr el
crecimiento y fortalecimiento de todos los sectores de forma incluyente y
participativa.
Considerando las ventajas que ofrecen,
estamos identificando empresas que tengan potencial de ser franquiciables y de esta forma, poder escalar
su modelo de negocio, tales como alimentos, comercio
detallista, servicios de bajo costo, reparación en el hogar y lavado de
vehículos, entre otros.
Es tal el alto impacto de las microfranquicias para
la economía de nuestras regiones, que el Banco Interamericano de Desarrollo las
ha definido como un modelo innovador que brinda a la población la oportunidad
de implementar con éxito el emprendimiento.
En Colombia el esquema
ya ha arrojado casos de éxito como es el caso de mini market 2 X 3 en Barranquilla cuya efectividad se ve reflejada
en menores tiempos para el alcance del punto de equilibrio y en rápida
generación de ingresos. Este interesante proyecto tiene el propósito de crecer
con 20 nuevas microfranquicias que beneficiarán económica y socialmente a 60
familias.
El modelo de microfranquicias es positivo en
doble vía, por un lado, la empresa franquiciante tiene la posibilidad de
escalar su negocio y crecerlo apalancado en la inversión de un tercero y por el
otro, el franquiciado tiene la alternativa de ser emprendedor apoyado en una
idea que ya es exitosa.
Sin duda alguna, el verdadero desarrollo
económico de un país debe estar atado a la disminución de las brechas sociales
y es por esto que la consolidación de una clase media de nuevos empresarios
permitirá que Colombia incremente su PIB per cápita a la altura de las
economías emergentes.