martes, 17 de junio de 2014

UNA JUGADA MAESTRA PARA LA COMPETITIVIDAD


UNA JUGADA MAESTRA PARA LA COMPETITIVIDAD

El buen momento de las zonas francas es una realidad, su dinamismo ha permitido aprovechar el potencial de la industria regional, atraer capital extranjero y generar nuevos puestos de trabajo. Hoy existen 100 de ellas en el país y podemos afirmar que nuestra economía está cambiando la forma de producir y exportar.

La figura de zonas francas ha logrado que el bilingüismo de los habitantes de nuestra costa norte sea potencializado por el sector BPO, que cada vez más jóvenes se preparen para competir en tecnología; que los procedimientos médicos de alta complejidad realizados en Colombia estén en la mira de extranjeros; y que nuestro desarrollo portuario continúe con su crecimiento dinámico.

Y es que Colombia con su apuesta al desarrollo de las zonas francas está ganando en productividad y competitividad. La región Caribe es un claro ejemplo, su liderazgo en crecimiento se soporta en las inversiones que se estiman en 15,4 billones de pesos y ha generado hasta el momento 2.233 empleos de los 9.000 proyectados.

Una jugada atractiva para esta región es la del sector BPO o tercerización de procesos empresariales, que fomenta inversión nacional y extranjera y capta gran fuerza laboral. En el país existen seis zonas francas dedicadas a este sector con inversiones proyectadas de $34 mil millones de pesos. Su impacto positivo en el empleo es evidente, mientras un call center con su llegada puede contratar a dos mil personas, cualquier industria tardaría cerca de dos décadas para incorporar a este número de personal.

El Caribe tiene mucho que ofrecer en este tipo de servicios, particularmente el departamento del Atlántico cuenta con altos niveles de conectividad y el 6.6 % de la población en Barranquilla es bilingüe, lo que indica que existen múltiples oportunidades para el funcionamiento de call centers para el mercado angloparlante.

Este posicionamiento del país en la prestación de servicios ha permitido incursionar en el mercado de KPO o tercerización de los procesos de conocimiento, que requiere un talento humano y formación mucho más especializados, explorando segmentos como el farmacéutico, ingeniería y  la implementación de la telemedicina, entre otros.

El avance en zonas francas para el sector salud, ha convertido a Colombia en un destino de talla mundial para servicios médicos. Actualmente, en ciudades como Medellín, Pasto o Bucaramanga se puede acceder a procedimientos de alta complejidad como por ejemplo la revascularización coronaria por un valor aproximado de 50 millones de pesos, con la misma calidad que en países como EE.UU donde el mismo procedimiento asciende a 320 millones de pesos.

Las zonas francas en salud, con una inversión cercana a los $530.836 millones de pesos y la generación de 1.500 empleos directos, ofrecen múltiples beneficios para nuestras regiones, tales como la implementación de tecnología de punta, la mejora de infraestructura logística, hotelera y de transporte para acompañantes y, por supuesto, la generación de empleo y la atracción de capitales los 12 meses del año.

De lado, el desarrollo portuario brinda un completo panorama de oportunidades para la región Caribe, permitiendo la creación de diez zonas francas aledañas a estos, distribuidas en los departamentos de Bolívar, Atlántico, Magdalena y Guajira, que operan como plataformas logísticas y parques industriales y tecnológicos que manejan de forma eficiente diversos procesos como costos de energía y transporte.

Las zonas francas se constituyen como una jugada maestra para la competitividad, impulsan la industria y el comercio y harán que cada una de las regiones se abra a los mercados internacionales.






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