El
Parque Ukumarí, el Paisaje Cultural Cafetero y las oportunidades en turismo de eventos
y convenciones, son muestras concretas de las grandes ambiciones de nuestra
región para ratificar su posicionamiento como uno de los destinos más
importantes del país; coyuntura que muchos empresarios han aprovechado mediante
la sofisticación y prácticas eficientes de sus negocios, pero ¿cómo lograremos
que todos apliquemos esa receta ganadora?
Walt
Disney alguna vez lo dijo: “Pregúntate si lo que estás haciendo hoy, te llevará a dónde quieres estar mañana”. Y tiene toda la razón, no es lo mismo repetir
y repetir lo que no nos dará los resultados esperados a futuro, e incluso, con
altísimos costos que representarán perdidas y rezago, que tener un norte claro
con acciones definidas para alcanzar los objetivos.
Por
eso, como un defensor acérrimo de la innovación y de los altos estándares de
calidad como los ejes transversales del éxito empresarial, los invito a crecer y competir con apuestas
como el programa Territorios de Excelencia, impulsado desde el Ministerio de
Comercio, Industria y Turismo.
Territorios
de Excelencia surgió con el propósito de brindarles a los empresarios que aún
estaban en la informalidad, la oportunidad de poder formalizarse, potenciar su
negocio con asistencia técnica y dar el siguiente paso con una identidad
definida.
Tal
fue su aceptación, que no solo se formalizaron y cumplieron con todos los
estándares legales, también crecieron sus ventas, generaron nuevos puestos de
trabajo y avanzaron en procesos antes desconocidos por ellos y tan poderosos en
resultados como la asociatividad.
A
través de este programa, un gran número de empresarios risaraldenses hoy ven
con satisfacción las decisiones tomadas y analizadas con ojo clínico hace un par de
años para aumentar su productividad y competitividad, una de las que más me
llamó la atención es la de un reconocido restaurante de comida internacional que
incrementó sus ventas implementando al pie de la letra las recomendaciones de
la asistencia técnica que incluían: modos más eficientes de manejo de los
alimentos, mejoras y adecuación a su planta física y nuevas vías para captar clientes mediante la
delimitación y perfeccionamiento de su oferta.
De
esta forma, en cuestión de meses la inversión representó el efecto deseado. El
secreto: capacitación en servicio al cliente, ampliación de la cocina y compra
de refrigeradores para la conservación específica de insumos como los mariscos.
El resultado: mejores preparaciones, notable reducción de la pérdida de
ingredientes (lo que les permitió aumentar las porciones), cambio positivo de
percepción de producto en la relación costo – beneficio y fortalecimiento de la
marca.
Así
como esta, son muchas las historias que han visto con Territorios de Excelencia
la puerta de entrada al desarrollo ante una demanda cada vez más exigente y que
requiere del tejido empresarial la unión de esfuerzos para el bien común.
No
dejemos ir las oportunidades, reconozcamos la importancia de la identidad y la
calidad en un momento en el que el turismo es un renglón altamente competitivo
que permite el auge de una variada oferta de servicios. Esa es la verdadera
receta ganadora en una región de muchos sabores.
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