Colombia tiene su carta de navegación definida hacia la
competitividad, la innovación, la productividad y por ende, hacia el
crecimiento económico. Uno de los avances del Gobierno en esta materia se
focaliza en la potencialización de nuestras regiones como motores y en la
implementación del Plan de Desarrollo vigente.
En esta ruta hacia la prosperidad y el desarrollo regional, el Gobierno
cuenta con instrumentos efectivos entre los que se destacan los Contratos Plan,
liderados por el Departamento Nacional de Planeación, donde se pacta entre
instituciones de nivel nacional y entes territoriales compromisos en programas
y presupuestos para la ejecución de acciones que permitan avanzar en soluciones
acordes con las necesidades prioritarias de cada región, las cuales implican un
esfuerzo sostenido de varios años para superarlas. Continuidad que no se tenía.
En la actualidad, nuestro país cuenta con una Ley de Ordenamiento
Territorial, además de otras apuestas novedosas de gran incidencia para las
regiones como los proyectos derivados de la Ley de Asociaciones Público Privadas.
Todos los anteriores, unidos a las Comisiones Regionales de Competitividad,
constituyen una nueva caja de herramientas
que facilita el diálogo nación - región.
La reforma de las regalías promovida por el Gobierno Nacional es,
sin duda, la herramienta de mayor trascendencia y la que ha suscitado los
mayores debates; no obstante, hay consenso en que la decisión de destinar el 10
% para la financiación de proyectos de ciencia, tecnología e innovación es una
de las decisiones más relevantes que aportarán directamente al futuro de nuestras
regiones.
Asimismo, se resalta la aprobación de recursos por cerca de 1,5 billones de pesos para la financiación de 198 proyectos de
alto impacto en Ciencia, Tecnología e Innovación, entre los que se destacan
iniciativas relacionadas con el apoyo al mejoramiento de la actividad
agropecuaria, formación de alto nivel, desarrollo tecnológico e innovación
industrial, entre otros.
En el debate sobre política pública es posible que se acentúe como
tema central la necesidad de contar con proyectos acordes a las necesidades de
las regiones y diferenciados. Es fundamental que el diálogo regional abra las
puertas a la búsqueda de respuestas efectivas y continuas, y que permitan a los
territorios invertir sus recursos de innovación en proyectos que impacten
directamente su desarrollo productivo en la ruta hacia la prosperidad.
El esquema del Sistema de Regalías en su concepción busca impulsar
la prosperidad regional, a partir de proyectos que pretenden vincular a varios
entes territoriales en pro de un proceso más estratégico de desarrollo. El
fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación debe trascender a promover acciones
que le permitan a la base empresarial regional ser más competitiva. Esta es una
enorme oportunidad que definirá qué zonas del país avanzan más rápido, con un
claro impacto en la calidad del empleo y en general en el mejoramiento de la
calidad de vida de sus habitantes.
Si bien, el principal asunto no es la carencia de recursos, estos
tampoco son infinitos. Por esta razón,
su correcta utilización es una responsabilidad que implica la mayor reflexión
por parte de las autoridades y los demás tomadores de decisión que participan
de un proceso como el de regalías, para contar con proyectos útiles, que
trasciendan y verdaderamente impulsen la senda del desarrollo regional, en especial
procurando que por cuenta de su uso adecuado, la dependencia de los mismos sea
cada vez menor.
De otra parte, las economías con mayor capacidad de competir, son
aquellas basadas en el conocimiento, por ello, es fundamental que ese
conocimiento trascienda hacia el sector productivo, con el fin de generar
empresas que incorporen la innovación como determinante de su estrategia. Bajo
esta premisa, el Gobierno tiene la responsabilidad de generar un entorno
apropiado que lo permita, para lo cual trabaja en favor de su articulación con entidades
territoriales, la academia y el sector privado, lo que se traduce en el fortalecimiento
del Sistema Nacional de Competitividad e Innovación liderado por un Alto
Consejero y que a través de espacios como el
Comité Técnico Mixto de
Innovación contempla tres áreas de desarrollo: Reglamentación, cambio
estructural y articulación.
De igual forma, se está trabajando en un proceso de reconocimiento
y recomendaciones al instrumento de mayor relevancia de inversión, como son los
beneficios tributarios para fomentar la destinación de recursos del sector
privado en Ciencia, Tecnología e Innovación.
Bajo esta línea el Gobierno Nacional en el 2012 asignó un cupo de
inversión total de 1 billón de pesos y para el 2013 aprobó un cupo de 1.7
billones de pesos.
Finalmente, el Gobierno trabaja en la consolidación de
convocatorias e instrumentos que se divulgarán
en un futuro Sistema Único de Información, cuyo propósito será la organización
de la oferta institucional y ofrecerle a las regiones que la demanden facilidad
en su conocimiento para responder de manera adecuada de cara a las necesidades
del sector productivo.
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